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Las agendas de Julio

Un año más celebramos el Día Internacional de los Archivos poniendo a disposición una nueva colección.

Mis despachos con el Presidente

Tuve la suerte y el honor de coordinar las campañas de Felipe González desde las primeras elecciones de 1977 hasta la victoria de 1982. Durante los muchos días que duró la campaña, el equipo que íbamos en el autobús con Felipe alguna vez gastábamos bromas diciendo que iríamos a la Moncloa en autobús, o las que hacía Juan Alarcón diciendo que lo primero que haríamos sería ponernos un pañuelo en la cabeza, coger escobas y pintar las paredes de blanco, igual que en los pueblos de Sevilla. Felipe oía las bromas y sonreía, pero jamás nos habló del futuro si llegábamos a ganar las elecciones. Llegó el 28O, estuvimos todo el día juntos, ganamos y el jefe siguió sin hablar del futuro. Fuimos al Hotel Palace y Felipe y Alfonso salieron al balcón. En el gran salón sucedieron encuentros con amigos y compañeros, hubo lágrimas de alegría y abrazos. Y a casa. Creo recordar que ni siquiera hubo lugar para una despedida con el jefe.

Ocho o diez días más tarde recibí una llamada de teléfono, era Felipe González. La conversación fue breve: “¿Como estás?, bien, ¿y tú?, bien”, “¿Cuento contigo?, claro”, “Bien, vas a ser portavoz del gobierno, ponte a hacer los deberes”. Me puse a ello y pocos días más tarde nueva llamada: “Oye, que no vas a ser Portavoz, vas a ser secretario del presidente; y eso, ¿En qué consiste?”, “En hacerme la vida fácil”, fue la respuesta.

"Tuve la suerte y el honor de coordinar las campañas de Felipe González desde las primeras elecciones de 1977 hasta la victoria de 1982".

Llegamos a la Moncloa el 2 de diciembre. Los colaboradores de Calvo Sotelo fueron muy amables, nos enseñaron los despachos, pero no nos dieron ni un solo papel. Hubo que empezar de cero. De acuerdo con el presidente, fuimos estableciendo rutinas y métodos de trabajo. Se decidió que tendríamos un despacho formal una vez a la semana y que para no perder tiempo yo llevaría un listado de todos los temas a tratar. Eso hicimos prácticamente todas las semanas desde enero de 1983 hasta julio de 1987.

Fui guardando esos documentos de trabajo en una carpeta. Cuando abandoné Moncloa me la llevé junto con mis efectos personales. La metí en un cajón y me olvidé de ella hasta el punto de que, años más tarde, escribí dos libros de recuerdos de mi paso por la Moncloa sin acordarme de su existencia, ¡con lo útil que me hubiera sido poder consultar aquellos papeles!

Poco antes de la pandemia me mudé a mi actual domicilio en Segovia y durante el confinamiento, como había todo el tiempo del mundo, comencé a revisar papeles viejos. Fue entonces cuando apareció la carpeta.

Tiempo más tarde, precisamente en el hotel Palace, en la presentación del libro La foto del Palace de mi buen amigo Fernando Jáuregui, tuve el placer de conocer a Rocío Martínez-Sampere, directora de la Fundación Felipe González. En el viaje de regreso a Segovia se me ocurrió que la carpeta debía ofrecérsela a la Fundación para que pudiera formar parte del archivo personal de Felipe González. Faltó tiempo para llamar a Rocío, ofrecérsela y que ella viniera a buscarla. Ahí van algunos datos de aquellos años, que para mí fueron fantásticos.

"Se me ocurrió que la carpeta debía de ofrecérsela a la Fundación para que pudiera formar parte del archivo personal de Felipe González."