La polarización no es un fenómeno nuevo, pero su manifestación actual se ve agravada por la falta de una visión compartida dentro de la sociedad chilena. Esta carencia ha generado una inmediatez en las interacciones, donde el diálogo constructivo se ve reemplazado por enfrentamientos y descalificaciones.
El predominio del individualismo en la sociedad chilena ha debilitado el valor de lo colectivo y ha contribuido a la fragmentación de las identidades culturales, trayendo como consecuencias la falta de cohesión en las comunidades locales y un aumento del sectarismo, especialmente hacia aquellos que piensan o viven de manera diferente, aumentando así la desconfianza hacia “el otro” y dificultando la construcción de acuerdos inclusivos que permitan avanzar hacia un propósito común.
Otro aspecto que debe ser considerado, es que las personas buscan reafirmar sus posturas dentro de sus propios grupos y una forma de hacerlo muchas veces es caricaturizando al otro. Todo esto se ve exacerbado por las redes sociales, que crean burbujas informativas donde solo se recibe información que confirma las propias creencias.
Urge por tanto reducir los niveles de polarización al interior de la sociedad chilena, para lo cual se debe fomentar espacios de diálogo y comunicación, como también buscar instancias de revalorización de la democracia.
Campañas comunicacionales pueden promover el respeto por la diversidad de ideas y perspectivas, así como incentivar una apreciación genuina por la democracia y las libertades que protege, como también centrarse en narrativas de respeto mutuo. Se deben utilizar medios tradicionales y redes sociales para difundir estos mensajes, e involucrando a líderes de opinión y figuras públicas de diversos sectores. Es clave que las distintas campañas comunicacionales se implementen en espacios públicos, como por ejemplo el transporte público, para que así el mensaje se expanda y genere curiosidad.
Una forma de avanzar en este objetivo es la promoción de un Concurso Nacional de Ideas Creativas. Este será una herramienta clave para involucrar activamente a la ciudadanía, especialmente a jóvenes y personas con talento innovador, en la construcción de una sociedad más unida y respetuosa. La iniciativa busca no solo generar una campaña de comunicación innovadora y efectiva, sino también dar voz a la ciudadanía en el proceso, haciendo que el diálogo y la participación formen parte del propio diseño, donde el aprecio por la diversidad de opiniones y la construcción de una democracia más inclusiva sean su eje central.
Las etapas de la Campaña de Ideas Creativas contemplan:
· Definición de un objetivo claro orientado a incentivar el respeto por la democracia y la diversidad de opiniones.
· Especificar la temática del concurso asegurando que las propuestas se alineen con valores de diálogo y respeto mutuo.
· Establecer categorías y formatos de las propuestas a fin de facilitar la inclusión de distintas formas de expresión creativa como diseño gráfico, cortometrajes, campañas en redes sociales, fotografías.
· El proceso de evaluación debe incluir criterios de impacto, originalidad y alcance del mensaje.
· Determinar los montos de premios y reconocimientos para estimular la participación ciudadana.
· Desarrollo de estrategias de difusión de la campaña ganadora que debe involucrar a toda la sociedad y comunicarse en múltiples espacios públicos y plataformas, incluyendo transporte público, redes sociales y medios tradicionales.
· Evaluación de impacto a fin de medir la efectividad de la campaña, como también su originalidad y alcance del mensaje.
Para la elaboración de las bases de esta campaña, la definición del ganador y estrategia de difusión y evaluación de impacto, se conformará un grupo de trabajo ad honorem, que estará integrado por personas con distintas trayectorias profesionales, provenientes del mundo público y privado que hayan estado ligadas al mundo de las comunicaciones, las artes, cultura, historia, entre otros. El concurso será financiado por un fondo de fomento proporcionado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Ministerio de Educación, organizaciones no gubernamentales e instituciones privadas. A fin de asegurar que el Concurso de Ideas Creativas no sea una instancia que se pueda politizar, sino más bien un lugar de encuentro y de puesta en valor de la democracia.