INTRODUCCIÓN
El contexto
La crisis económica, política e institucional de los últimos años en España ha abierto una gran brecha entre generaciones. Esa distancia es muy evidente entre dos grupos de población, los baby boomers (entre 50 y 68 años) y los millennials (entre 18 y 35). O lo que es lo mismo, entre quienes ocupan los puestos de decisión y quienes intentan acceder a ellos.
Tras años de gran progreso social y material, los jóvenes españoles viven por primera vez en peores condiciones que sus padres. La crisis les ha golpeado duramente y tienen grandes dificultades para crearse un futuro. Su ascensión social se ha paralizado, tanto que se ha invertido la solidaridad intergeneracional: ahora son los mayores quienes ayudan a los jóvenes.
Los efectos de esta situación son muy variados. Desde el punto de vista político, la edad (que nunca había sido determinante para predecir el voto) es ahora trascendental, los jóvenes apoyan más a los partidos nuevos, mientras que los votantes de los partidos “tradicionales” tienen mayor edad. Desde la perspectiva ideológica, las nuevas generaciones son muy críticas con el funcionamiento de las instituciones, la democracia y la economía de mercado y algunos cuestionan incluso la Transición.