La energía es fundamental para el desarrollo económico y social de los países. Un sistema energético moderno, eficiente y sostenible es clave para impulsar la productividad, generar empleo, mejorar la calidad de vida de los habitantes y proteger el medio ambiente. En nuestro país las regiones aún deben avanzar en un modelo sostenible, competitivo y resiliente.
Frente a este importante desafío se debe avanzar en:
· La promoción de energías limpias regionales como complemento a las provistas por el sistema interconectado central. Generación domiciliaria, solar, eólica y residuos.
· Ajustar el sistema energético al sistema productivo regional a fin de satisfacer la demanda energética de la región de manera sostenible.
· Modernizar la red de transmisión y distribución dando así continuidad al servicio.
· Promover la eficiencia energética.
· Compatibilizar el desarrollo de la infraestructura con los entornos.
· Fomentar la seguridad en torno a las instalaciones eléctricas.
· Fortalecer el desarrollo de sectores energéticos, tales como litio, hidrógeno verde, data centers.
· Promover la formación de capital humano especializado.
· Formación de capacidad de servicios alternativos.